Si La Gira fuera un árbol, en específico un Jonote, árbol del bosque de niebla con flores rojas, rosadas o blancas que alimenta a diversos polinizadores, este amigo del bosque a sus 4 años ya tendría una altura aproximada de 4 metros, sus raíces ya le dan un alcance para sostenerse y alimentarse. Si La Gira fuera una bebé humana ya corre, juega, hace travesuras, habla y seguramente juega a ser independiente de sus mamás y papás. Así nos sentimos al cumplir 4 años, con raíces cada vez más fuertes pero aún en crecimiento; siendo alimento de diversidad de bocados, creando arte y cultura con la corteza de nuestros principios. Nos sostenemos al ser una colectiva que rota cada vez más sus roles y se agarra cada vez con más manos en sus comisiones.
Caminamos y queremos correr lejos, sabiendo que el sendero es largo. Le hacemos travesuras al sistema que nos quiere dentro de los supermercados. Reconocemos en el diálogo colectivo posibilidades infinitas, y cada vez nos vamos haciendo más independientes del uso de residuos de un solo uso.
Así nuestra querida Gira, cumpliendo un año más, con un giro más al espiral de la vida, reconocemos que nos falta mucho por seguir caminando. Este año tenemos muchos sueños por cumplir: dar a conocer más lo que hacemos como “Cultivemos cercanía”, las delicias de lxs productores, y abrir las puertas a más personas, pero siempre cuidando nuestros límites en el crecimiento. También queremos fortalecer las comisiones que nos impulsan, cada vez generar menos residuos, acercarnos un paso más a los precios justos y cómo hacer para continuar contribuyendo a que la producción alineada con el cuidado de la naturaleza sea una forma digna de vivir, colocar al centro los alimentos con historia como una opción para cada vez más personas.
Sí nos damos un momento, nos daremos cuenta que estamos girando toda una forma de habitar este pedacito de vida que nos tocó coincidir. ¡Felicidades querida Gira! A ti y a cada unx de sus integrantes por hacer otro mundo posible desde la cotidianidad y el disfrute.