Siguiendo el hilo del año pasado donde se hacía una analogía entre La Gira, un árbol de Jonote y una bebé, ¡ahora esa beba tendría 5 años! Ya corre, juega, hace travesuras y canta. A pesar de que necesita aún a sus cuidadores, comienza a tener un poco más de independencia y libertad.
La celebración de esa Gira-niña fue muy emotiva, mística y llena de música. Este aniversario fue el primero que se organizó sin que las «mamás» estuvieran de lleno: soltaron la organización para que ahora les tocara a las tías y amigas cercanas sostener esa bonita fiesta. Esas cuidadoras, después de estar poniendo el cuerpo, la mente y las emociones durante 5 años, merecen también sentirse sostenidas al igual que esa Gira-niña.
Al no estar presentes las «mamás», hubo varios detalles que se pueden ajustar y mejorar, pero sin duda el trabajo colaborativo se hizo presente de una manera bella con un altar colectivo para sacralizar nuestros productos y semillas como un agradecimiento a la Madre Tierra por estos 5 años. También hubo música y baile desde Brasil con el grupo de Capoeira Angola Zimba Xalapa, así como son jarocho con el grupo Girasones, que dio su debut en esta celebración.
Festejamos en todo momento, nos abrazamos como comunidad, nos refrendamos el cariño por haber podido sostener a la Gira-niña durante 5 años y lanzamos un deseo comunitario para que siguiera creciendo, cada vez más fuerte y autónoma. Queremos que La Gira viva por mucho tiempo, para seguir «Cultivando cercanía», donde nos cuidemos entre todxs como apuesta a un Buen vivir digno donde sigamos trabajando colectivamente para sostener la vida, poniendo los cuidados al centro.
Si quieres saber más sobre cómo estuvo nuestro 5o aniversario, puedes consultar este reportaje.
